Entrevista a Cathi Unsworth

Nacida en Great Yarmouth, Norfolk (Reino Unido) en 1969, Cathi Unsworth es una escritora, editora y periodista inglesa. Comenzó su carrera en el semanario músical Sounds a los diecinueve años y ha trabajado como escritora y editora para muchas revistas de música, cine y arte, como The Guardian, Financial Times, Dazed & Confused y Melody Maker, entre otras. Publicó su primera novela, The Not Knowing en 2005, a la que siguieron The Singer (2007) y Bad Penny Blues (2009), inspirada en los asesinatos de “Jack the Stripper”. En 2006, editó London Noir: Capital Crime Fiction, una exitosa antología de relatos, y en 2012 publicó Weirdo (Bicho raro), traducida a siete idiomas y nominada para el Grand Prix de Littérature Policiére en 2014, que ahora se presenta en nuestro país.

Tras Weirdo, la autora ha publicado Without The Moon (2015) basada en dos crímenes verdaderos ocurridos en febrero de 1942, también nominada para el Premio Gordon Burn 2016 y That Old Black Magic (2017). Además de su actividad literaria y periodística, Cathi Unsworth aparece regularmente en programas de radio y televisión como The Culture Show, de la prestigiosa BBC2.

Música, cine, arte, literatura, radio y televisión. ¿Qué prefieres? Cuéntanos cómo fueron tus inicios en la profesión periodística.

La música y la literatura no las puedo separar. El arte y el cine… ¡tampoco! Probablemente escogería la radio antes que la televisión, porque no queda mucha televisión británica de calidad a día de hoy.

Empecé mi carrera trabajando para el periódico musical “Sounds” en prácticas de la London College of Fashion en el año 1987, entonces tenía 19 años. Tuve suerte, porque el editor era un buen hombre que fomentaba el talento, Tony Stewart, uno de los mejores editores que he tenido.

¿Relato corto o novela? ¿Cómo te sientes más cómoda?

 Los relatos cortos dan más trabajo, ¡pero son buenos para un escritor! Prefiero las novelas, y el espacio que te dan para crear mundos enteros. Pero a menudo los relatos cortos son como el vinilo de un single, una idea de la que puede surgir un álbum entero. Bicho Raro, sin duda, empezó como relato, llamado Sheena Is A Punk Rocker.

Tus novelas resaltan el lado más oscuro del ser humano. ¿Por qué escribir novela negra?

Porque quiero entender los porqués. Creo que es para entender por qué las mujeres son tan a menudo las que reciben la violencia. ¿Qué hace que los hombres odien tanto a las mujeres y a los niños? El abismo de empatía entre un hombre y una mujer está en la raíz, para mí, del género noir. 

Bicho Raro nos cuenta una historia de adolescentes desarraigados, desprotegidos, difíciles, de vidas duras y complicadas, con pésimos referentes. ¿Te has inspirado en personajes reales?

Sí, esta historia es más o menos la de muchas de las chicas con las que crecí en Norfolk, mi ciudad natal, que es como una mujer maltratada que tiene demasiados hijos que no puede cuidar, mientras su marido está en el pub bebiéndose todos los ingresos.

Sitúas la acción en una pequeña ciudad en la costa de Norfolk, de donde eres originaria. ¿Es debido a que conoces bien la zona y sus problemas? ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción?

Mucho de ello está basado en problemas muy reales que afectan a esa zona, en particular a Yarmouth (el Ernemouth real). Cuando yo era adolescente todavía quedaban restos de la industria turística, y aunque es considerada la cuarta población más desfavorecida de Europa, todavía había algún que otro motivo para arreglarse un sábado por la noche. Ahora la cosa está mucho peor. Como los jóvenes de mi novela, descuidados, asolados por la pobreza y sin futuro.

Corrine Woodrow, apodada “la perversa bruja del Este” por la prensa sensacionalista, fue condenada cuando tenía quince años por el asesinato de un compañero de clase. Veinte años más tarde, nuevas pruebas de ADN parecen indicar que no se encontraba sola en el escenario del crimen. ¿Crees que el avance de la tecnología puede ayudarnos a esclarecer la verdad en la resolución de un asesinato?

 Se han dado casos muy tristes como el de Corrine, que han cumplido condenas largas por crímenes que no cometieron, a quien le colgaron el muerto por ser el bicho raro de turno del lugar. Aunque los indulten y salgan en libertad nunca podrán recuperar sus vidas, lo cual me entristece enormemente. East Anglia tiene una larga reputación de llevar a cabo cazas de brujas…

Bicho Raro arranca en marzo de 2003 cuando se reabre el caso de un supuesto asesinato ritual ocurrido en 1984, presuntamente cometido por Corrine. ¿Pretendías denunciar con tu novela las condenas a inocentes basadas en pruebas falsas y coacciones diversas? ¿Podemos confiar en la acción de la justicia?

No creo que siempre podamos confiar en ella. Las comunidades pequeñas siempre saben cómo proteger sus intereses y a los suyos. Son mundos muy distintos a la ciudad, por ejemplo, como descubre Sean en la novela. La falta de justicia para los inocentes que no tienen poder en la sociedad es, supongo, el tema central de la novela.

La novela avanza imparablemente en la reconstrucción de los hechos a través de dos tramas temporales. En 2003, Sean Ward, un detective privado ex policía, es contratado por una abogada para esclarecer qué ocurrió un terrible día de junio de 1984. ¿Es posible reparar una injusticia cometida veinte años atrás y castigar a los culpables?

No, no es posible. Pero al menos consigue arrojar luz sobre la oscuridad y descubrir los hechos que se esconden tras el caso, y así, al menos, al fin. alguien consigue oír la versión de Corrine y tomársela en serio. Para mí, esa era la cuestión: que alguien como Sean, cuya carrera ha sido destruida por un delincuente juvenil de verdad, encuentre redención al resolver una injusticia cometida contra otra supuesta delincuente juvenil.

No todos los adolescentes de Bicho Raro son personajes desarraigados con familias desestructuradas. Su adictiva lectura demuestra al lector que la maldad puede encontrarse en cualquier nivel social. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo proteger a nuestros jóvenes en la crucial etapa de la adolescencia?

Lo único que podemos hacer es darles cariño y apoyo — será su escudo contra las injusticias del mundo-. Desgraciadamente, las chicas como Corrine no reciben ningún afecto, de buen comienzo, de sus padres, pero encuentra su propio espacio con sus amigos, como hacemos tantos en nuestros años de adolescencia. Pero la gente que viene de ese entorno rara vez conseguirá que la vida le vaya tan bien como aquellos que vienen de un hogar estructurado. El simple hecho de dar a los niños atención y comprensión es muy importante.

La música guarda una estrecha relación con la trama de la novela y cada capítulo está titulado con el nombre de una canción o álbum lanzado por grupos de punk y rock con cierta popularidad en los años ochenta. Cuéntanos cómo se te ocurrió relacionar este tipo de música con la historia sórdida que nos cuenta Bicho Raro.

Es la música de mi infancia y adolescencia en ese lugar y en ese momento. La mayor parte de esa música era muy política, como los grupos Crass y New Model Army, en reacción a la guerra de Margaret Thatcher en las Malvinas y a los problemas con los mineros en 1984 y 1985. La huelga de los mineros fue como la última guerra civil inglesa, y establecí un paralelo entre el cazador de brujas Matthew Hopkins, que estuvo en Yarmouth quemando brujas durante la guerra civil anterior. También es curioso que Oliver Cromwell fuera muy popular en la East Anglia parlamentaria –así como la banda New Model Army- ¡llamada así por el ejército de Cromwell!

Además, la inclusión del álbum entero de Echo & The Bunnymen “Ocean Rain”, un álbum clave de 1984, representa el poder, la belleza y la fascinación que generan el mar y la fuerza de la naturaleza.

¿Volveremos a encontrar al detective Sean Ward en nuevas aventuras? ¿Qué opinas de las series?

 Tengo la impresión de que Bicho Raro, como obra, es una unidad autónoma, y no quisiera volver a hacer pasar por lo mismo a Sean ni a ningún otro personaje de la obra…

Soy precavida en cuanto a las series —Sherlock Holmes es una advertencia de la historia de los peligros de mantener una relación larga con un alter ego… Hay una continuidad sutil en ciertos aspectos de todas mis novelas, como los espacios geográficos, la historia del lugar, las épocas, los temas…

Cinco autores y títulos de novela negra recomendados. 

I was Dora Suarez, de Robin Cook (pseudónimo de Derek Raymond)

The Black Dahlia, de James Ellroy

1977, de David Peace

Billie Morgan, de Joolz Denby

The Knockout Artist, de Harry Crews

 ¿Qué consejos darías a alguien que quiere empezar a escribir?

 Tienes que encontrar un tema que te obsesione lo suficiente como para que puedas mantener el entusiasmo a lo largo de todo el proceso de escritura, que es una locura. Escribe un poco cada día, de manera que nunca pierdas el hilo de la narración —¡yo escribo durante el descanso para comer de mi trabajo “principal”! Lee muchos libros buenos, ellos serán tus mejores aliados. Ah, y escucha música cuanto sientas que estás bloqueado.

Por último, nuestra pregunta obligada. Háblanos de tus proyectos de futuro.

Acabo de entregar unas memorias que he escrito sobre Jordan Mooney, la chica de pelo blanco peinado “estilo colmena” que trabajaba para Vivienne Westwood y Malcolm McLaren en su tienda de King’s Road, que se llamaba Sex, en la época álgida del movimiento punk. Se la considera “la primera Sex Pistol”. Nunca antes había escrito una biografía, pero la iniciativa surgió a través de un amigo común que conocía mi trabajo y sabía que Jordan buscaba a alguien para este proyecto. Es una historia increíble, y creo que es una biografía hecha a medida para mí como autora, porque se parece mucho a mi novela punk noir The singer, ¡que escribí hace quince años!

Saldrá en abril en el Reino Unido, publicado por Omnibus Press, y se llamará Defying Gravity.

 Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.